A pesar de la guerra y la ruptura de relaciones diplomáticas con Georgia, Rusia no se resigna a perder los vínculos culturales que la unieron a aquel país del Cáucaso. Sobre un telón de fondo hostil, que dificulta los contactos personales e institucionales, el cine georgiano ha estado ampliamente representado en el 31º Festival Internacional de Cine de Moscú (FICM), que concluye hoy domingo.
Tres películas actuales y un ciclo retrospectivo (1946-1986) de la época de la URSS han recordado al público moscovita la personalidad y la vitalidad de la cinematografía georgiana, que junto con la rusa fue uno de los pilares del cine de la URSS y que sigue gozando de un alto nivel pese a las arduas condiciones materiales en las que opera।
En el marco del FICM en un "pase familiar" fuera de concurso, el veterano director Revaz Chkheidze, de 83 años, ha mostrado su última película El cirio de la tumba del Señor, una cinta que traslada al entorno georgiano un relato de la escritora sueca Selma Lagerlof। La inquietud por el futuro de su país es el motivo profundo de esta cinta de Chkheidze, que tuvo que desplazarse a Moscú a través de Armenia, por falta de vuelos directos entre Rusia y Georgia.
Otras dos películas de Chkheidze, Nuestro patio (1957) y El padre del soldado (1964), dos clásicos la cinematografía soviética, figuraban en la retrospectiva, que cubría cuatro décadas de cine georgiano en la URSS desde El Juramento de Mijaíl Chiaureli (1946) hasta El arrepentimiento de Tenguiz Abuladze ( producida en 1984 y estrenada en 1986)। Simbólicamente, la figura de Stalin ha abierto y cerrado el ciclo. El Juramento es uno de los ejemplos más extremos del culto a la personalidad del dictador, hasta el punto que la película dejó de exhibirse al iniciarse la época del "deshielo" tras la muerte de Stalin. El arrepentimiento en cambio está ligada a la apertura cultural que acompañó a la Perestroika, la época de reformas emprendidas por Mijaíl Gorbachov, el último dirigente soviético. El film de Abuladze plantea el estalinismo como un problema a superar y a Stalin como el cadáver que hay que enterrar definitivamente para que no atormente a los vivos.
Publicado por
Kellyta
en
5:53
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario